Barras gastro de Madrid

 GASTRO

Las 30 mejores barras gastro de Madrid

A veces decimos que no existe mayor experiencia que la de sentarse a una mesa y disfrutar de una deliciosa velada en buena compañía. ¿Pero qué hay del placer de picotear ricos manjares acodados en una barra? Esa sensación es la que nos ha motivado para lanzarnos a recorrer las calles de Madrid en busca de sus mejores barras gastronómicas.

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A’NÓMALO

C/ Del Pinar, 15

Propietarios: José Gómez y Cayo Martínez

Creado ‘ad hoc’ por el restaurante A’Barra para crear una alternativa más canalla y original, estamos ante una de las barras más populares de Madrid, que en cuestión de meses consiguió convertirse en el lugar que había que visitar. La barra elíptica contiene en su interior la vida de su equipo y su cocina, permitiendo al visitante convertirse en parte misma de la experiencia. Viniendo del equipo de A’Barra, la carta no decepciona, al igual que la calidad de sus productos.

ANGELITA

C/ Reina, 4

Propietarios: David y Mario Villalón

Los hermanos Villalón se han convertido en unos de los mayores embajadores del producto de temporada y de la gastronomía honesta. Entre la tradición anda el juego de barra porque siempre hay un plato de callos o de pisto con su yema de huevo esperando. Por no hablar de su tomate, que obtienen de un huerto propio.

ARIMA

C/ Ponzano, 51

Propietarios: Nagore Irauzegi y Rodrigo García

Esta barra es el festival de la cocina vasca interpretada por el binomio Nagore-Rodri. El buen rollo impera para que uno se quede pegado a esta tabla de madera durante mucho tiempo. Imprescindible es su Gilda Joxefa, con pan soplado con mayonesa de piparra, los espárragos a la brasa o las croquetas de Stilton. Si hay Ponzano, hay Arima.

BAR H EMBLEMÁTICO

C/ Castelló, 83

Propietarios: Ismael y Fernando Hevia

Nació la pasada primavera como homenaje manifesto a los bares de toda la vida. Por eso toda su actividad gira en torno a la barra, con horario ininterrumpido del desayuno a la cena y una oferta basada en la tradición, con producto de calidad: raciones y pinchos clásicos de bar conviven con platos más contundentes para paladear a todo mantel.

BODEGAS ROSELL

C/ General Lacy, 14

Propietarios: Manolo Rosell y hermanos

Se trata de una de las tantas bodegas que se abrieron a finales del siglo XIX en la capital para vender el vino a granel. Hoy, esta taberna madrileña, mantiene el espíritu de entonces en su decoración. Aquí se puede disfrutar de una cocina casera tradicional (tortilla, croquetas o patatas) que sabe a gloria acompañada de una caña bien tirada.

CASA REVUELTA

C/ Latoneros, 3

Propietaria: familia Revuelta

Y pasamos de un lugar histórico a otro, porque la barra del Revuelta es donde se sacia el antojo de bacalao rebozado desde 1966. A sólo unos pasos de la plaza Mayor, este local se ha convertido en uno de los más populares entre madrileños y visitantes, y su bacalao se elabora de la misma forma desde los inicios para que quede crujiente por fuera y jugoso por dentro.

CASTELADOS

C/ Antonio Acuña, 18

Propietario: Jose Luis Román

Es el hermano pequeño de La Castela, que comenzó a rodar en 2016. El espíritu es el mismo y la materia prima de calidad la protagonista indiscutible. Como ellos mismos afirman: “La calle, el bar, el encuentro, los amigos, la familia, nuestras costumbres, disfrutar alrededor de una mesa, vivencias y recuerdos en un espacio que perdure a través de los años y que la pátina del tiempo consolide en un clásico”, esa es su esencia.

CERVECERÍA SANTA BÁRBARA

C/ Santa Bárbara, 8

Fue el centro de tertulias preferido de abogados laboralistas, sindicalistas y estudiantiles, o de directores y actores de cine y teatro. Una pátina que ha dejado impregnada a su barra de un aura especial en la que todo el mundo se encuentra. Siempre con gran ambiente, en la Cervecería Santa Bárbara el tiempo tiene la facultad de pasar volando entre tapas de marisco, conservas o salazones.

EL DOBLE

C/ Ponzano, 58 o C/ Abascal, 16

Propietarios: Jesús, Jorge y Paco Del Puerto

Es un lugar digno de conocer, aunque sea una vez en la vida, porque aquí puede pasar de todo. Conseguir sitio no es fácil, pero una vez dentro, será difícil decir adiós. Lo que siempre hay es mucha cerveza, marisco fresquísimo, patatas fritas a la inglesa, ambiente de barra y conversación, ya sea con tus acompañantes como con quien se tiene al lado.

EL SEÑOR MARTIN

C/ General Castaños, 13

Propietario: Javier Rodríguez Tur

Para muchos se trata del lugar al que hay que ir para disfrutar del pescado más selecto en Madrid. Piezas cuidadosamente escogidas a diario con los pescadores, y que tienen en la maestría de sus elaboraciones y en las brasas a su mejor aliado. Mar y fuego se funden sobre los platos que podemos disfrutar en una barra viva con línea directa a la cocina y la parrilla.

FIDE

C/ Bretón de los Herreros, 17 o C/ Ponzano, 8

El Fide es otro de los imprescindibles de la calle Ponzano, donde a sus camareros les corre la energía de la barra por las venas. Se puede empezar con una ración de ostras y otra de ensaladilla de langostinos, seguir con una de sus conservas (mejillones, berberechos, atún salvaje) para terminar con un canapé de bacalao, sardina o jamón, y un gusto por el cuerpo indescriptible.

LA BARRA DE SANTERRA

C/ General Pardiñas, 56

Propietario: Grupo Santerra

Con la cocina capitaneada por el joven Miguel Carretero, este local ofrece un espacio informal en el que disfrutar de los platos clásicos de una barra madrileña, con el característico toque Santerra del citado chef. Producto de temporada, técnicas tradicionales, raíces madrileñas y evolución gastronómica se hermanan en una cocina ininterrumpida con una muy interesante selección de vinos por copas, cervezas y dos cartas para no dejar de disfrutar de la mejor gastronomía.

LA CASTELA

C/ Dr. Castelo, 22

Propietario: José Luis Román

La Castela lleva acogiendo gente en su barra desde 1989. Van ya por la tercera generación y no abandonan, ni por un segundo, la ilusión de que cada persona que entra en su casa salga con cara de absoluta felicidad. Entre sus clásicos están el pincho de anchoa, boquerón y pimiento asado, los garbanzos con langostinos o el revuelto de morcilla y habas.

LA CATAPA

C/ de Menorca, 14

Propietario: Miguel Ángel Jiménez

Un local concebido para el disfrute de esa actividad que tanto nos gusta como es apurar las horas en buena compañía mientras disfrutamos de unos bocados deliciosos con los mejores vinos. Sus mesas altas y su barra generan un ambiente agradable e informal, ideal para un pasarrato entretenido mientras damos cuenta de una carta donde se combina cuchareo con carnes y pescados muy sugerentes. La carta en sala es diferente, pero ambas resultan igual de prometedoras.

LA DOLORES

Plaza Jesús, 4

Propietario: Antonio López

Pasear por el barrio de las Letras es parar en La Dolores para reponer fuerzas. Su fachada, con esos azulejos blancos y azules, es el patrimonio que han dejado los bares de antaño. Dentro, se despliega esa impresionante barra en la que se despachan encurtidos, banderillas y salazones a diestro siniestro. Estos son los lugares que nunca deberían desaparecer.

LA GILDERÍA

C/ Calatrava, 17

Propietarias: Cristina Bonaga y Yahaira Malavé

Yahaira es de Burgos, ciudad con mucha cultura del aperitivo, gildas y vinagrillos; una tradición que les inspiró a la hora de abrir La Gildería. El diseño de este local es completamente diferente a todo lo que hay en la ciudad y su barra el punto de encuentro de los amantes de ese bocado atravesado por un palillo, ya sea en su versión clásica, con boquerón, matrimonio, con queso o vegetariana.

LA MINA

C/ General Álvarez de Castro, 8

Propietario: Gonzalo Melendro

El castizo barrio de Chamberí acoge este referente del aperitivo en el que en hora punta no cabe un alfiler. Aquí todo es sencillo, pero especial; como su gente, el ambiente y el tapeo, que salta del mar, con su salpicón, marisco cocido o almejas a la marinera, hasta la montaña, con el clásico pincho moruno que preparan desde 1949.

LA MONTE

C/ Dr. Castelo, 9

Propietario: Miguel Román

En un espacio tremendamente acogedor, la barra de La Monte es una de las paradas imprescindibles cuando uno se acerca hasta Retiro. Aquí siempre se encuentran los clásicos de nuestra cocina, como las croquetas, rabas, gambas a la gabardina o cazón en adobo; pero también puede uno sorprenderse con otros bocados más exóticos como el ceviche de quinoa y champiñones, el risotto de callos o el kinilaw, el ceviche filipino de atún.

LA MONTERÍA

C/ López de Rueda, 35

Propietario: Miguel Román

Y de La Monte a La Montería, proyectos, ambos, que comparten una ambientación cálida y cocina tradicional, aunque con un push de creatividad y juego. Imposible irse de aquí sin probar su gran clásico: las lascas de mango, foie y crujiente. Aunque en esta barra también se habla el idioma del dulce, como demuestran sus seis postres.

LA RETASCA

C/ Ibiza, 38

Propietario: Grupo Bullbiza

Si detrás está Juanjo López, de La Tasquita de Enfrente, todo va a ir bien. Aquí la barra es casi una mesa, por su altura, que, al estar sentado, queda al mismo nivel. Y ese es el lugar ideal para ver el trasiego que hay detrás y delante, en un ‘marcha y pasa’ constante. Por esta barra desfilan las raciones propias de una tasca; que si una tortilla Capel por aquí, que si una oreja brava por allá o un mollete Don Pepe para rematar la faena.

LOS GATOS

C/ Jesús, 2

Cuando el plan es en Los Gatos, la respuesta debe ser un ‘sí’ rotundo. ¿El por qué? Pues porque su encanto es indiscutible, con toda esa plata de ley bien pulida (cañero incluido), la barra de madera y mármol, los cuadros en la pared, los azulejos pintados y los canapés luciendo en el expositor para que el apetito vaya abriéndose.

MANERO

C/ Claudio Coello, 3

Propietario: Grupo Gastro Portal

Tras el éxito de su casa madre en Alicante, llegaron a Madrid para replicarlo. Aquí se practica la barra y el tapeo “made in Spain” con una gran puesta en escena inspirada en los mejores bares europeos de principios de siglo para recrear su espíritu. Si se quiere, aquí se puede tirar la casa por la ventana con latas de caviar, ostras o cangrejo real.

QUINTÍN

C/ Jorge Juan, 17

Propietario: Grupo Paraguas

Fue uno de los primeros restaurantes del Grupo Paraguas, con Sandro Silva y Marta Seco al frente, y, desde que abriera sus puertas en 2015, no ha dejado de recibir a su clientela fiel. Transformaron un ultramarinos de toda la vida en un restaurante donde sentirse como en casa y, además, comer muy bien. Su barra abre durante todo el día para recibir tanto a los que son de día, como de noche.

RAFA

C/ Narváez, 68

Propietario: Familia Andrés

Un clásico que no deja de apostar por una cocina de temporada en la que dan todo el protagonismo al producto sin artificios. Sus pescados y mariscos, traídos frescos de todas las costas españolas, son los reyes de la carta, aunque también destacan sus guisos. En la barra, clásicos como su famosa ensaladilla rusa, el tartar de atún o el montado de solomillo.

TABERNA LAREDO

C/ del Doctor Castelo, 30

Propietario: Hermanos Laredo

A pesar de su decoración contemporánea, que podría hacernos poner en duda su de!nición como “taberna”, los hermanos Laredo –David en cocina, Miguel Ángel en sala y en la bodega–, han conseguido mantener una clientela fiel gracias al cuidado con el que tratan los mejores productos, que presentan atendiendo a la tradición más reconocible. Su amplia barra no admite reserva.

TERZIO

C/ General Pardiñas, 25

Propietario: Saúl Sanz

En Terzio, la esencia vibrante de Madrid se fusiona con su renovada imagen. Este espacio, como hermano menor del célebre Treze, reconocido por su cocina estacional, destaca por su singularidad y vitalidad. Su ambiente está diseñado para una experiencia relajada en la barra, donde la buena compañía y la excelente comida se combinan para ofrecer un entorno ideal.

TRAFALGAR

C/ Alburquerque, 14

Propietarios: David Yllera, Nacho Aparicio y Juan Tena

Lo primero que llama la atención al entrar es su gran barra ovalada. Después, toda la luz que se cuela por los amplísimos ventanales y lo acogedor del espacio. Sus creadores han querido dar vida a un bar de siempre, pero también de hoy. Y por eso a las elaboraciones clásicas les han dado un toque actual como las bravas “amilhojadas”, el bikini de lacón ahumado o las mollejas con salsa alegre. Además, siempre hay buena música.

UMIKO

C/ de los Madrazo, 6

Propietarios: Juan Alcaide y Pablo Álvaro

Juan y Pablo, propietarios y chefs de Umiko, son unos auténticos apasionados de la tradición japonesa, y así lo han reflejado en este templo de la cocina asiática fusión que ya cuenta con 8 años de trayectoria. Su nuevo local cuenta con 800 metros cuadrados repartidos en diferentes ambientes en los que destaca una espectacular barra con capacidad para doce personas ante su cocina vista, lo que permite disfrutar del trabajo en ella mientras se degustan los notables resultados.

VARRA FINA

C/Hermosilla, 7

Propietarios: Jorge Velasco y Joaquín Serrano

Varra Fina es el concepto más informal de Varra, el proyecto liderado por los chefs Joaquín Serrano y Jorge Velasco, y que cede a su “hermano pequeño” la primera planta del local. Su carta se basa en el respeto absoluto al producto y la temporalidad, así como a la tradición tabernera más castiza sin renunciar por ello a la contemporaneidad.

VIAVÉLEZ

C/ General Perón, 10

Propietario: Pablo Rodríguez

2023 fue un año emocionante para Paco Ron, que fue reconocido con el premio A Toda Una Vida de la Academia Gastronómica de Madrid, al tiempo que cedía el testigo a Enrique Limón para capitanear la cocina del Viavélez. El compromiso es importante: seguir sirviendo pura esencia del Cantábrico con Asturias siempre presente. Todo un clásico.

 

Celebra su segundo cumpleaños convertido en uno de los restaurantes más demandados de Madrid, con una lista de espera de 60 días. ¿Por qué es tan difícil conseguir mesa en Los 33?

Aquí, por contra, las brasas no se apagan nunca y llevan avivando el éxito de este local desde que abriera hace dos años. Porque, lejos de ser fruto de una moda pasajera como sucede con no pocos espacios que tras el furor de la apertura lucen vacíos especialmente los laborables, Los 33 llena a diario desde que levantó la persiana (abre de lunes a domingo desde la una del mediodía hasta las 2:30 de la madrugada, con cocina ininterrumpida y doblando turnos).

La música es fundamental en Los 33: cuenta con 3.000 vinilos y un equipo de sonido analógico de los 70.
La música es fundamental en Los 33: cuenta con 3.000 vinilos y un equipo de sonido analógico de los 70.

¿Por qué es ta difícil encontrar mesa en Los 33?

Siempre fue difícil conseguir mesa. Y al poco de inaugurar acumulaba colas de clientes que acudían por si sonaba la flauta y podían hacerse fuertes en su zona de bar, donde se sirve la misma carta y no se necesita reserva. Para el salón (palabra apropiada ya que el interiorismo, con sillones de cuero, mesas de madera iluminadas con velas, calor de lumbre y estanterías repletas de vinilos, crea sensación de hogar) la lista de espera es de 60 días. Las reservas se habilitan cada día a las 12 de la noche a dos meses vista y hay que estar rápido porque las escasas 45 plazas, vuelan (al cierre de esta edición, lo máximo que lográbamos era sitio para dos a las cuatro de la tarde de un lejano y probablemente tórrido miércoles de finales de julio. Y limitado a una hora y 45 minutos).

Ahora que acaba de cumplir dos años y celebra su entrada en el puesto 15 del ránking de los 101 World's Best Steak Restaurants y en la lista de recomendados de Michelin, volvemos a este restaurante con alma de bar para preguntar por los secretos de su éxito continuado a las dos personas que están detrás del mismo. Ellos son Sara Aznar (1987), madrileña de familia hostelera (artífice de El Viajero, otro exitoso local) y orígenes uruguayos que marcan la cocina de Los 33, y Nacho Ventosa (1973), barcelonés asentado en la capital desde 1996 que abandonó su carrera como director artístico musical para ocuparse junto a Sara de sus proyectos gastronómicos.

Sara Aznar y Nacho Ventosa, propietarios de Los 33, en la zona de bar del local, donde no se requiere reserva.
Sara Aznar y Nacho Ventosa, propietarios de Los 33, en la zona de bar del local, donde no se requiere reserva.

Casados, padres de dos hijos de 5 y 3 años y residentes en el mismo barrio donde su ubica Los 33 (en un privilegiado esquinazo de la plaza de las Salesas), la pareja recuerda hoy los inciertos orígenes del proyecto que nació en los albores del confinamiento: "Dando un paseo vimos que se traspasaba el Finnegans, un irlandés mítico, y nos lo quedamos para montar un concepto que teníamos en mente desde 2019, cuando en un viaje a Uruguay comimos en un chiringuito el mejor mixto de nuestra vida", recuerda Aznar. "Queríamos abrir un bar de tapeo con esencia de restaurante uruguayo. Un todo en uno donde pudieras tomar una cerveza, comer una carnaza con un servicio excelente o beber una copa con buena música de fondo", continua Ventosa, quien echaba de menos un lugar donde cañear en esta zona en la que, como en todo Madrid, los bares se están convirtiendo en rara avis (en 2023, hasta 2.000 echaron el cierre).

Los 33, mitad bar, mitad restaurante

"Estaba harto de pagar cervezas a 6 euros en el hotel Only You porque no encontraba una barra en todo Barquillo a las seis de la tarde, así que soñaba con un bar de barrio, pero llegó la pandemia y nos quedamos con un local demolido y sin saber qué iba a ser de nuestras vidas", confiesa. El tiempo de encierro, sin embargo, les vino bien para "pulir el concepto" y demoraron la apertura durante meses (lo que aumentó la expectación) para hacerla coincidir con el fin de las restricciones.

Solomillo con hueso a la pimienta y patatas, una receta antigua recuperada por Los 33.
Solomillo con hueso a la pimienta y patatas, una receta antigua recuperada por Los 33.

Tenía que ser así, porque uno de los porqués del éxito de Los 33 es su versatilidad para dar respuesta en un mismo lugar a opciones de consumo muy diferentes a lo largo del día, y eso, con mascarilla, no era posible. "El local está dividido en tres estancias con varios formatos de mesa para provocar distintos ambientes y tratar de prolongar la estancia del cliente. Cambia mucho entre la mañana y la noche lo que nos permite atraer públicos dispares: desde un grupo de treintañeros compartiendo unos bikinis en la barra a una mesa de negocios con una chuleta de rubia gallega con 60 días de maduración y champán", desarrolla Sara, mientras Nacho insiste en que otra de las claves es el aroma de bar, pero buscando la excelencia: "Creo que lo que diferencia de Los 33 es que es un sitio divertido y no encorsetado, donde puedes tomar una caña a la hora que quieras, pero donde también se come de cine. La barra es el 50% del proyecto y tiene un rollo informal, pero intentamos ser exquisitos en los detalles, empezando por la gastronomía, que es la base de todo, y siguiendo por el ambiente sonoro y el servicio que es parte fundamental".

Zanahorias asadas con salsa de especias y yogur de Los 33.
Zanahorias asadas con salsa de especias y yogur de Los 33.

Con un equipo de 40 personas, al frente de la cocina está Oswaldo González, un titán omnipresente curtido en templos como Dstage y Triciclo que tan pronto alimenta la parrilla, como salsea una carne, atiende una mesa o se enfunda, ya fuera del horario laboral, los guantes de boxeo para optar al campeonato de Madrid en 75 kilos. Jura estar enamorado de este negocio que siente como suyo y por eso no le importa "estar en todos lados y a todas horas" y atendernos en el que teóricamente era su día libre: "Ya no cocino tanto, pero es estoy en todo lo demás y especialmente en la parte de I+D para desarrollar con Nacho y Sara nuevos platos".

Oswaldo González, jefe de cocina de Los 33, alimenta el quemado, que es el corazón de este restaurante.
Oswaldo González, jefe de cocina de Los 33, alimenta el quemado, que es el corazón de este restaurante.

¿Qué se cómo en Los 33 y cuánto cuesta?

Junto a ellos ha creado una carta sencilla, basada en producto de primera calidad (con proveedores seleccionados como Discarlux para todas las carnes) y marcada por la temporalidad, sobre todo en las verduras (los calçots son sustituidos por las alcachofas, por ejemplo, y surgen platos con setas de cada estación, como los Gnocchi con colmenillas, un festival de salsa adictiva). La oferta es súper disfrutona, con guiños a platos informales, pero cuidados (como la empanadilla de entraña cortada a cuchillo, o las chuletitas de angus, churruscadas y con hueso, que se engullen sin querer como pipas).

También se recuperan recetas antiguas a las que se da una vuelta para que a los nuevos foodies no les sepan a décadas pasadas, como el solomillo con salsa de pimienta, los espárragos con mahonesa o los guisantes del Maresme con jamón: "Son platos de siempre, de os que hacían las madres, y que no necesitan nada más que un gran producto para gustar", afirma González. A veces, lo más difícil es hacer bien las cosas sencillas, y eso es lo que aquí se consigue.

https://www.expansion.com/fueradeserie/gastro/2024/06/11/6662975ce5fdeab90f8b459a.html

El Fogon De Trifon

 Propuesta tradicional pero super atractiva, sustentada en una materia prima premium y acompañada de un servicio impecable y un trato cercano. Producto de calidad 10 excelentemente tratado , guisos y cocciones primorosos y bodega amplia y variada

+34(0)914023794

 https://fogondetrifon.com/historia/

Calle Ayala 144. 28006, Madrid
Calamares

Te encantará la original presentación de sus berberechos, al igual que la de la ensaladilla rusa. En cuanto al bocadillo de calamares de Hermanos Vinagre, la Guía Repsol destaca sobre todo los ingredientes que usan para cocinarlo. Se presenta en un pan brioche y lleva una mayonesa picante y lima rallada. En otras palabras, un estilo totalmente distinto al clásico bocata

El emblemático Café Comercial de la plaza de Bilbao ha sido escenario de numerosos rodajes y su carta nunca defrauda a aquel que vaya a comer allí.

Aparte de ser famoso por sus contundentes desayunos, brunches y elaboraciones como los 'paquitos', su bocadillo de calamares también ha sido mencionado por la Guía Repsol, posicionándolo en el segundo lugar del listado anteriormente mencionado

Los que están detrás de Santerra Neotaberna son Máximo Benages y Miguel Carretero. Situado en la conocida calle Ponzano, su bocadillo de calamares (bautizada como 'Rejos Chilli Pepper') es una reinvención de la clásica versión.

La Guía Repsol explica que lleva "pan brioche pero en este caso con rejos, mayonesa de chipotle, mezcla de hierbas frescas y un poco de lima", una variedad de sabores que ha enamorado a la prestigiosa guía

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Casa Salvador

Ubicado en el bullicioso barrio de Chueca, en el 12 de la famosísima calle Barbieri, este restaurante es conocido por su cocina tradicional madrileña. Casi centenario, pues lleva abierto desde 1941, Casa Salvador es un templo de platos castizos tan icónicos como los callos a la madrileña -los que saben de esto afirman que son de los mejores de la ciudad- así como una excelsas croquetas. De hecho, fue uno de los restaurantes más aclamados que el año pasado participaron en la II Ruta de la croqueta Carvajal celebra la segunda edición de la ruta de la croqueta de jamón ibérico organizada por Sánchez Romero Carvajal

Los nuevos restaurantes que todo gourmet que se precie debe conocer este invierno son Caja de Cerillas, Casa Tabacos, Lina, Manifesto 13, Manero Marqués de Cubas, El Buen o Casa Salesas. Entre los preferidos por los madrileños encontramos: Cornamusa, Rural, Ceferino, Pabblo, Allégorie, Desborre, Nos, Circolo Popolare, Per Sé Bistró, Varra, Haramboure, Casa Canito, Trocadero Commodore, Allegra, Qú, Club Financiero, Osa, Desborre, Ticuí, La Cabrera, Nunuka, The Omar, Basque, Hotaru o El Enemigo Parrilla. También algunos que se han hecho hueco en tiempo record como Bascoat, de los chicos de Arima, el vasco más especial de Madrid. Tampoco faltan segundas sucursales de restaurantes de éxito, como Los 33, La Raquetista en La Habana, donde los hermanos Aparicio le dan un aire viajero a su deliciosa cocina tradicional, o Can Chan Chán, la última aventura de Roberto Ruiz tras el éxito de Barracuda MX.

Desde la azotea del 'concept store' más top de la ciudad hasta la nueva sede de los chicos de Cañitas Maite: CEBO. No faltan opciones asiáticas como Hotaru, el lugar de moda para un festín de 'japofusión'. Prometemos no defraudarte. En resumen: aquí tienes un popurrí de sabores en espacios de lo más diferentes.

Casa Tabacos es una taberna de alma caztiza, que busca traer de nuevo a la ciudad esos bares de siempre -quer todavía recordamos- y casas de comidas tradicionales donde compadrear en torno a la barra y con una carta llena de platos "de toda la vida", muchos de ellos para tapear y compartir: de la ensaladilla risa a la tortilla de patatas, las croquetas de cocido, las patatas bravas, los callos, los torreznos con revolconas, las delicias de bacalao y alioli o los boquerones a la andaluzaDe la Palma, 6. Madrid.
Precio medio: 30 €.

Caja de Cerillas

Es la apertura que más ruido está haciendo en este momento en la capital. Se trata de un restaurante que se mueve entre una casa de comidas tradicional y un bistró, "receta" del cocinero madrileño Enrique Valentí -quien junto con su hermano está detrás de los famosos bares Hermanos Vinagre. Caja de cerillas solo cuenta con 8 mesas, por lo que aquí se come "en familia", es un remanso de paz donde relajarse y dejarte llevar.

langostinos en gabardina a la empanadilla de atún, caballa en escabeche, bacalao rebozado -que ya es uno de los imprescindibles de la casa-, o los huevos estrellados . Entre los principales, mucho y buen guiso como unas suculentas judías blancas con almejas en salsa verde o el puchero de garbanzos con espinacas, Ojo también a su lenguado con escalivada que es una auténtica maravilla

Donoso Cortés, 8. Madrid
Precio medio: De 40 a 60 €.

Lina

Cuentan con un menú ejecutivo por 35 euros, de martes a viernes de 13:30 a 15:30 horas con un entrante, un princiopal y un postre a elegir.

Fernando El Santo, 5. Madrid

Con una cocina ininterrumpida, en Casa Salesas reparten felicidad desde el mediodía hasta las primeras copas de la madrugada. Su carta está muy unida a la vida de Madrid y sus tradiciones, como las patatas bravas y los huevos rotos, y a su carta de bebidas suman el vermú y cócteles que levantan el ánimo. Todo ello en un ambiente ‘cool’ y muy divertido

Fernando VI, 6. Madrid.
Precio medio: 45 €.

Manero Marques de Cubas

En su carta, cuenta con varios ‘hits’ de la casa como su conocido bocadillo de calamares o una buena milanesa y también con novedades que invitan al exceso. En su ‘Caviar-Bar’, donde se expone el caviar y el marisco más exclusivo que puedas imaginar. Tú decides qué ritmo -y qué presupuesto- llevar en tu cena de amigas. Abre desde el mediodía hasta la madrugada.

Marqués de Cubas, 14. Madrid.
Precio medio: 60 €.

Manifesto 13

las pastas frescas,

Los agnolotti de piña y parmigiano con mantequilla artesana y salvia, que se han convertido en la estrella de la carta.

Hartzenbusch, 12. Madrid.
Precio medio: 50 €.

El buen

sándwich mixto con queso de tetilla y jamón ibérico, el pepito de chistorra o las croquetas. También trabajan recetas de postín como la corvina a la plancha con pisto y la carne madurada a la parrilla. Este novísimo del barrio de Salamanca le da brillo a platos de barra y muestra su sello vasco con los pintxos clásicos de vitrina y una tierna tarta de queso. Ideal para las que buscan sabores refinados pero sin pretensiones.

Hermanos Bécquer, 5. Madrid.
Precio medio: 38 €

Azotea Grupo, unicado en uno de los edificios más bonitos y emblemáticos de Madrid. Cornamusa está ubicado en la sexta planta del edificio de Correos, que en este momento alberga el Ayuntamiento, teniendo al mando de los fogones a Manuel Berganza como chef ejecutivo de Azotea Grupo y a Jesús Almagro, jefe de cocina de este restaurante.

La propuesta gastronómica que vas a encontrar en Cornamusa está inspirada en el recetario madrileño y sus sabores, elaborados con sencilles pero a la vez con mucha finura. Para hacerla más pura trabajando en mayor parte con productos propios de la Comunidad Madrileña.

Plaza Cibeles, 1, 6º Planta. Madrid.
Tel. 915 30 17 61.
Precio medio: 70 €

Rural

Marques de Cubas, 8. Madrid.
Tel. 915 42 98 36.
Precio medio: 90 €.

Caferino

Entre los platos estrella que vas a encontrar en la carta, para que el festín sea eterno, destaca una sección dedicada a la materia prima argentina con exquisiteces como el Ojo de bife Aberdeen Angus, Lomo de Novillo Aberdeen Angus o Marucha Wagyu. También hay cortes de España, como el Lomo Alto de Retinta madurada más de 20 días o el Chuletón de vaca de caserío vasco, o piezas originarias de Estados Unidos como la Entraña de Black Angus.

Jorge Juan, 27. Madrid.
Tel. 639 26 75 15.
Precio medio: 70 €.

Pabblo

La propuesta gastronómica corre a cargo del chef Oscar Horcajo, que ha diseñado una carta de inspiración mediterránea, con platos que van desde un riquísimo Eatatouille de verduras a la leña a un espectacular Lenguado salvaje meunière. También muy ricos están los Macarrones Don Pablo, que preparan con tomate guisado y chorizo picante de León; y el Arroz con langosta hecho al horno.

A todo esto suman que tienen su propia heladería, con helados
recién mantecados de estilo Napolitano; y una carta de cócteles que animan la velada.

Plaza Pablo Ruiz Picasso, 1. Madrid.
Tel. 910 882 201.
Precio medio: 55 €.

Allegorie

La carta trabaja todos los palos, desde el pescado a la verdura y las carnes; y tienen dos menús (uno para la comida y otro para la cena). Entre los platos que vas a encontrar tienes desde el famoso Pollo de Las Landas Marie Hot al guiso de rabo de toro con foie gras de pato y maíz

Bretón de los Herreros, 39. Madrid.
Tel. 912 53 92 61.

DEsborre

En cuanto a la carta, cuen tan con 2 menús degustación: el menú Petit, que incluye cinco pases a 48 euros; y el menú Desborre, de ocho por 78€. EN la mesa, platos de la huerta; el mar; pasto y dulce con interpretaciones del bocadillo de calamares -un homenaje a Madrid-; el torrezno suflé, con mayonesa de kimchi y pico de gallo a la hierbabuena: o la ensaladilla no rusa, acompañada de ‘doritos’ de gambas al ajillo.

Unión, 8. Madrid.
Tel. 680 84 09 84.
Precio medio: 40 €.

La carta de NOS está pensada para sorprender, con sabores potentes. No faltan platos vibrantes llenos de matices como los tiraditos de pescado, y otros más jugosos como el asado negro de carrillera melosa de vaca o los tacos de picaña madurada. La propuesta gastro se acompaña de una buena selección de cócteles
con combinaciones clásicas y otras más arriesgadas, con el nexo de unión de estar inspiradas en los sabores latinos.

Ah, y otra recomendación, postre estrella de la casa: Las torrijas de maíz o su chocolate con plátano y cacahuete son un espectáculo.

Barquillo, 30. Madrid.
Tel. 616 41 95 32.
Precio medio: 40 €.

Maisson Macao

Su propuesta gastronómica se explica con una palabra: "fusión", n la que juega con nustros productos y nuestros platos añadiendo sabores e influencias indothai, nikkei, japo-ibéricas, ibero-chinas y sushi de autor.

Muchos de los platos están pensados para el centro de la mesa, para compartir, y entre las recomendaciones están algunas deliciosas como el Torrezno cantonés marinado en especias, la Fideua japo-valenciana o unas irresistibles patatas bravas -icono de Madid, que las vuelven viajeras al presentarlas con salsa de kimche y alioli de ajo negro y trufa.

Preciados, 33. Madrid.
Precio medio: 30 euros

Per se Bistro

Augusto Figueroa, 32. Madrid.
Tel. 918 65 45 43
Precio medio: 100 €.

Varra

En su carta triunfan la cremosa tortilla de patatas y los platos de cuchara. También son irresistibles el bikini de cecina y cheddar ahumado o el crujiente de oreja brava, uno de los 'best sellers' de la casa.

Hermosilla, 7. Madrid.
Tel. 616 123 421.
Precio medio: 50 €

Haramboure

La puesta en escena es sobria, casi monacal. De luz tenue que invita a acomodarse y que ensalza lo que se sirve en los platos. Los sabores hacen latentes las raíces vascas del cocinero, que no ha dudado en apostar por la mejor materia prima en cada una de las elaboraciones con pescados del Cantábrico oriental y verduras de huertas seleccionadas en el norte o Aranjuez. Con títulos como 'espeto de sardinas de Santurce', 'tarta tatin de cebollas de Zalla' o 'cuajada de leche de oveja latxa del caserío de los Sapaburus' resulta prácticamente imposible elegir.

Maldonado, 4. Madrid.
Tel. 911 04 95 91

Casa Canito

La carta, elaborada por Patxi Zumárraga, sigue la estela de su trabajo en el nuevo Haramboure que acaba de abrir el chef. Es dinámica, pensada para todos los gustos y combina grandes clásicos con los sabores que sacuden la escena 'gastro' actual. Triunfan platos como la ensaladilla de huevos de codorniz, el atún crudo con aliño de yema curada en miso, el bikini de lomo ibérico, mozzarella y trufa o su combinado de anchoa, boquerón y bokarte.

Recoletos, 11. Madrid.
Precio medio: 30 €.

Dani

La experiencia “spritz” se complementa con una selección de snacks para compartir como las ostras -con la posibilidad de añadir caviar Osetra-; el tartar de atún rojo con stracciatella y caldo de tomate asado; el guacamole terminado en mesa con aguacate de Málaga, tomate semiseco, edamame, pipas de girasol y tempura crujiente, y la ensalada de bimi y kale con aliño de miel, mostaza y sésamo negro, entre otros. También hay platos más contundentes para comer de manera informal y casual como la focaccia de sobrasada ibérica con stracciatella, cebolla caramelizada y miel picante, el Dani’s Club Sándwich con pollo de corral, salmón noruego y caviar Baeri, la hamburguesa Rossini mini con lomo Simmental madurado, foie gras y queso parmesano, o la lubina asada con alcachofa y jugo de ibéricos.

Sevilla, 3.
Precio medio: 65 euros

Trocadero

La carta sigue la estructura que ha hecho famoso al grupo, con énfasis en pescados, arroces y carnes, así como una sección 'japo' irresistible. Además, se incorporarán nuevos platos con guiños a la cocina madrileña.

Plaza de la República Argentina, 5. Madrid.
Tel. 670 03 70 61.

Hotaru

El japonés que está agitando la ciudad tiene influencia mexicana. El Grupo Costeño, con origen en México, ha abierto uno de los restaurantes de los que todo el mundo habla en Madrid por el nivel que tiene su barra de sushi. En ella, el chef Alejandro Pérez y su equipo de chefs, realizan un exquisito trabajo de corte y preparación de nigiris, sashimis, makis... Sentarse en ella es puro espectáculo. Para complementar su oferta de pescado crudo, tienen una selección de platos elaborados en robata.

Alcalá, 99.
Precio medio: 70 €.

Club f genova

Marqués de la Ensenada, 14. Madrid.
Tel. 913 10 49 00
Precio medio: 80 €.

El chef de Chispa Bistró cuenta sus experiencias vitales a través de una carta que fusiona los sabores asiáticos y mediterráneos siguiendo técnicas ancestrales como la brasa, los curados, los encurtidos y la fermentación. ¡Ojo! Con una estrella Michelin suele colgar el cartel de completo y reservar no es tarea sencilla. Si consigues mesa, no te vayas sin probar las gambas curadas en sal con leche de tigre y maíz.

Barquillo, 8.
Menú degustación: 120 €.

Osa

Ribera del Manzanares, 123. Madrid.
Tel. 670 83 55 07
Menús desde 120 €.

Ahora el diseño acompaña a las aperturas de estilo 'dolce vita' y Allegra, el segundo restaurante del grupo Isabella's es la mejor prueba de ello. Para disfrutar de una buena carta de estilo romano ya no caemos en los tópicos y es posible probar unas alcachofas a la romana o pastas artesanas aderezadas con una 'deco' de lujo.

Velázquez, 11. Madrid
Tel. 910 62 77 07
Precio medio: 40 €.

Bascoat, un restaurante que rinde homenaje al País Vasco y sus sabores tradicionales.

En esta nueva aventura, la pareja eleva el listón de la cocina vasca en la capital dándole un toque sofisticado a la parrilla y el trinchado en sala. Por supuesto no pierden sus clásicos de tapeo como la aclamada gilda 2.0.

Paseo de la Habana, 33. Madrid.
Precio medio: 120

Zingara

carnívoros de pro. Además del punto vegetal, destaca el toque nómada y de espíritu libre que caracteriza a la cultura gitana en la que se inspira. Remolacha y yogur en ensalada, 'saam' coreano de paté de almendras o milanesa de berenjena son algunos de los éxitos cosechados por este novísimo. Un punto extra a favor es la coctelería, desarrollada de la mano de Mario Villalón, Roberto Castán y François Monti, al frente de Angelita y Amarguería, iconos de la mixología en Madrid.

Plaza de las Salesas, 8.
Precio medio: 45 €.

Nunuka

Platos picantes, recetas especiadas, panes con protagonismo. La cocina georgiana se instaló en Madrid para quedarse de la mano de Nunuka. Gracias a este coqueto bistró, donde brillan el ‘Khachapuri’ y el ‘Khinkali’, nuestras fronteras gastronómicas se amplían sin necesidad de salir del barrio de Chueca.

Libertad, 13. Madrid
Tel. 911 70 02 89
Precio medio: 35 €

Can Chan Chan

Este nuevo restaurante de cocina mexicana no tradicional es el más personal para el chef, que con esta apertura celebra sus veinte años viviendo en España y diez enchilándola.

Serrano, 47 (Madrid).
Precio medio: 80 €.

Bar trafalgar

Prueba las bravas amilhojadas y, especialmente, el bikini de lacón y queso Comté.

Albuquerque, 14 (Madrid).
Precio medio: 30 €.

 tiene una cocina honesta, de producto, que combina grandes clásicos de la familia como su icónico 'cochinillo lacado'–sello inconfundible de la casa–, con diferentes platos con verduras y hortalizas procedentes de su propio huerto en El Jaral de la Mira (Agrolab) como la ensalada de la huerta del Escorial. Además, destacan otras elaboraciones como el solomillo Wellington y los escabeches,

Sevilla, 2 (Madrid).
Menús desde: 90 €.

Bar H emblematico

Aquí las bravas son bravas, la gilda es la clásica, los huevos estrellados son los de siempre y las albóndigas son como las de tu abuela. No hay trampa ni cartón y por eso una comida aquí, ya sea en la barra o en la mesa, es un triunfo. ¿Lo mejor? Tiene horario 'non-stop' así que puedes ir a desayunar, tomar el aperitivo, un cóctel a media tarde, a cenar...

Castelló, 83.
Precio medio: 35 €.

Casa Felisa

Em abril estrenaban temporada de primavera, y en esta propuetsa conviven platos que miran al recetario de siempre, como el salmorejo tradicional con huevo duro y jamón de bellota o los mejores tomates de la temporada, con otros que se atreven a dar un paso más sin perder el alma tradicional, como la caballa marinada con salmorejo y vinagreta de lentejas o la ensalada de calabacín y lombarda con queso feta, anchoa y ajoblanco.

Entre las recomendaciones por las que apostamos, no te pierdas los guisantes con crema de cebolla coronada por un velo de papada ibérica; el tartar de atún, que acompañan de hummus de pimientos rojos y un huevo de codorniz poché; el bacalao al pil pil con pisto, la raya guisada con setas y berberechos o la merluza con mojo picón y patatas panaderas.

De la Beneficencia, 15.
Precio medio: 50 euros

LA Cabrera

En sus brasas, mitad carbón y mitad leña, no faltan el cerdo ibérico y ciertos productos del mar como langostinos, gambas, pulpo o rodaballo. Me encantaron las 'lupitas' de acompañamiento, una selección de salsas con las que jugar y dar vida a la carne. ¿Mi recomendación en una primera visita? Rendirse al ojo de bife y la deliciosa molleja presentada de una pieza.

Velázquez, 61.
Precio medio: 55 €.

Tiuci

Es una maravilla ver cómo preparan tortillas de maíz en un gran comal o disfrutar de salsas elaboradas al instante con diferentes chiles y grados de picante. Me encantaron los tacos de birria wagyú preparada con lengua. Hay que probarlos.

Cedaceros, 6.
Precio medio: 70 €.

Basque

En DeBokata, se rinde a los bocadillos de autor. El concepto más personal es Basque, ubicado a pie de calle, donde le da una vuelta a la tradicional parrilla vasca con propuestas impactantes. Imprescindibles la yema de huevo de caserío sobre estofado de trigo y la merluza en tempura y jugo de pimiento a la brasa.

Atocha, 123.
Precio medio: 55 €.

El enemigo parrilla

En esta parrilla de estilo argentino consiguen volver a emocionarnos con platos como el ojo de bife Angus, las mollejas de corazón de ternera y las verduras a la parrilla. ¿Lo mejor? Su ambiente bajo la luz de las velas es perfecto para una cita romántica o una cena de amigas.

Zurbano, 43.
Precio medio: 70 €.

Cebo

Los jóvenes albaceteños han desarrollado una carta cuyos ejes son el producto y la parrilla. Por supuesto, no falta su deliciosa croqueta de jamón, ganadora de la Mejor Croqueta del Mundo 2021 en Madrid Fusión.

Carrera de San Jerónimo, 34.
Menús degustación: desde 95 €.

Los 33,

 un local en el que conviven un animado bar con mesas altas para picoteo y un fabuloso restaurante especializado en brasas. Conseguir mesa es prácticamente imposible, pero si lo logras, ve más allá de las carnes al fuego. Tienen un bikini a la parrilla que es una locura.

Plaza de las salesas, 9.
Precio medio: 40 €.

 Ugo Chan.

 Esta cocina madrileña, con una estrella Michelin, es de las que hay que revisitar con frecuencia para descubrir sus nuevos platos inspirados en las tradiciones ancestrales japonesas, pero sin dejar de mirar las últimas tendencias.

Félix Boix, 6.
Precio medio: 120 €.

La Raquetista en La Habana. Además, en este nuevo espacio, Javier y Paco Aparicio amplían horizontes estrenando horario 'nonstop' desde el desayuno a la cena. Hazte un favor y además de probar sus icónicos torreznos, descubre los tostones con ropa vieja cubana. ¿Lo mejor? Tienen una terraza fabulosa para disfrutar de su comida al aire libre

Juan Bravo, 41.
Precio medio: 40 €.

The Omar, un local que aúna cocina y panadería en un mismo espacio. Toda la carta es un sí rotundo, así que nuestro sueño para este 2023 es quedarnos un día completo desde el desayuno hasta la cena disfrutando de su bollería y una carta que recuerda a Fismuler. ¿Un plus? Se puede alargar en su coctelería de tragos clásicos Hijos de Tomás y tienen previsto abrir Tama, un gastronómico que verá la luz en no mucho tiempo.

Plaza del Carmen, 3.
Precio medio: 45 €.



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