Girona restaurantes
Restaurant a Girona de cuina de temporada i proximitat | DITIFET (ditifetrestaurant.com)
En octubre del 2021 arrancó el Dit i Fet, situado en una de las calles más transitadas y turísticas. A mí me parece que dignifica con su cocina una zona complicada, la verdad. Adrià Edo comanda los fogones junto a Antoni, Sabina, Aylen. Júlia es la sumiller y Lua en la sala terminan la alineación de este local que apuesta all-in por recetas clásicas de la cocina catalana, francesa y del resto de España. O sea, cocina clásica con mayúsculas que reserva un espacio y un mimo especial a la casquería.
Entre sus platos destacan las crestas de gallo que primero confitan hora y media y luego estofan con setas, caldo y vino. Y la terrina de manitas de cerdo que combinan con milhojas de boniato: cerdez gelatinosa y dulzor terroso. Pero no se quedan ahí las opciones despojadas de manías, si te gusta la grasilla gelatinosa del tuétano puedes probarlo a la brasa con sorprendente ensalada de cilantro y las mollejas las preparan con salsa bearnesa, o sea, bien de mantequilla y yema de huevo con punto de estragón y chalotas.
Me fascina encontrar sopas en los restaurantes, cuesta tanto. Y en Dit i Fet tienen sopa de cebolla. Una simple, cálida y deliciosa sopa de cebolla me resulta extremadamente reconfortante, toca cucharear. Para los postres, flan de huevo, de nuevo los imprescindibles xuixos de Girona, esta vez elaborados por Can Castelló y que Adrià sirve acariciados por la brasa y acompañados de helado de vainilla. Si estás de suerte y en temporada, puedes disfrutar de su temblorosa y magnífica pannacotta con trufa. Un escándalo, la verdad. // Dit i Fet. c/dels Calderers, 10. Girona. Tel.: 872 004 995. Precio medio: 45€.
Me fascina su plato de tendones guisados. La ternilla conjuntiva convertida en una suave gominola que funde suavemente en el paladar. Marc primero blanquea y luego cuece los tendones en cazuela con cebolla sofritamente oscurecida y caldo de pollo. Cuando falta un ratito para terminar, añade nabos y el conjunto se liga con mantequilla y aceite de ajo y perejil. Cuando el plato despega hacia la mesa, añaden crème fraîche y ajo escalibado convirtiendo el plato en leyenda. TOP. Bordan las mollejas con la receta de Rafa Peña (Gresca): cocción al vacío, final en brasa y servicio sobre una cama de puré de patata rústico con mostaza y demi glace. Terminamos el trío de menudillos con los sesitos de cordero rebozados, crunchy time servido en modo saam coreano: sobre una hojita de cogollo y salseados con mayonesa de Sriracha. El bocado es cremoso, ligeramente picante y neuroactivo porque me dejó sonriendo. Droga dura del despojo, sí señor.
Me fascina su plato de tendones guisados. La ternilla conjuntiva convertida en una suave gominola que funde suavemente en el paladar. Marc primero blanquea y luego cuece los tendones en cazuela con cebolla sofritamente oscurecida y caldo de pollo. Cuando falta un ratito para terminar, añade nabos y el conjunto se liga con mantequilla y aceite de ajo y perejil. Cuando el plato despega hacia la mesa, añaden crème fraîche y ajo escalibado convirtiendo el plato en leyenda. TOP. Bordan las mollejas con la receta de Rafa Peña (Gresca): cocción al vacío, final en brasa y servicio sobre una cama de puré de patata rústico con mostaza y demi glace. Terminamos el trío de menudillos con los sesitos de cordero rebozados, crunchy time servido en modo saam coreano: sobre una hojita de cogollo y salseados con mayonesa de Sriracha. El bocado es cremoso, ligeramente picante y neuroactivo porque me dejó sonriendo. Droga dura del despojo, sí señor.
En La Tabarra le pegué un muerdo al mollete de carrillera y me enamoré. Me estalló en el paladar la delicia deshilachada y jugosa y ríete tu del pulled pork, que por otra parte parece que muy de moda ya no está. La combinan generosamente con setas por aquellas cosas de subir aún más el umami y la salsean con mayonesa de ajo negro para construir un mordisco espectacular. ¿Todo esto por un bocadillo? ¡Que no es solo un bocadillo, que es una barbaridad!
Me fascina su plato de tendones guisados. La ternilla conjuntiva convertida en una suave gominola que funde suavemente en el paladar. Marc primero blanquea y luego cuece los tendones en cazuela con cebolla sofritamente oscurecida y caldo de pollo. Cuando falta un ratito para terminar, añade nabos y el conjunto se liga con mantequilla y aceite de ajo y perejil. Cuando el plato despega hacia la mesa, añaden crème fraîche y ajo escalibado convirtiendo el plato en leyenda. TOP. Bordan las mollejas con la receta de Rafa Peña (Gresca): cocción al vacío, final en brasa y servicio sobre una cama de puré de patata rústico con mostaza y demi glace. Terminamos el trío de menudillos con los sesitos de cordero rebozados, crunchy time servido en modo saam coreano: sobre una hojita de cogollo y salseados con mayonesa de Sriracha. El bocado es cremoso, ligeramente picante y neuroactivo porque me dejó sonriendo. Droga dura del despojo, sí señor.
Casa Marieta
Un dels restaurants de referència de Girona. La centenària Casa Marieta va ser fundada el 1892 durant la primera etapa del moviment modernista. També estava en plena inauguració del tren que connectava la ciutat amb Sant Feliu de Guíxols. La cuina és casolana (xai rostit, ànec amb peres…) amb una quarantena de plats a escollir, a banda dels de temporada. El preu mitjà per comensal ronda entre els 20 i 25 euros. Assequible, abundant i de qualitat.
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