Qué ver en un viaje a Sicilia de una semana: ruta perfecta en coche
Qué ver en un viaje a Sicilia de una semana: ruta perfecta en coche
Palermo es un lugar para comer barato en Sicilia, con las manos, paseando, dentro del alboroto constante para ser uno más.
Te recomiendo que leas detenidamente mi guía con todo lo que ver en Palermo donde te cuento también los mejores lugares para comer rico a buen precio.
En Palermo nos alojamos en un bed and breakfast hiper barato con vistas a la ciudad. Nuestra habitación en concreto tenía hasta cocina y terracita, y además tenían un pacto con un garaje cercano para aparcar súper económico. Si os interesa es este B&B tan apañado.
Para en el castillo de Caccamo, uno de los monumentos más importantes y desconocidos de Sicilia (Día 2)
Sobre un peñasco, casi hecho uno roca y torres, encontramos un gran baluarte normando llamado Caccamo. Fue construido sobre el monte San Calogero en el siglo XI. Tras recorrer una amplia rampa llegamos a la fortaleza, que en su día estuvo tan llena de trampas como de festejos. Hoy día podemos explorar sus salas imaginando las cosas que pasaron allí. Sin duda uno de los castillos más espectaculares de Italia.
Bajando por corso Umberto I llegamos a la segunda protagonista de Caccamo, la Chiesa Madre en la Piazza del Duomo; muy pintoresca.
El pueblo más bonito de Sicilia se llama Cefalú y parece sacado de una postal (Día 2)
Una de mis poblaciones preferidas de un viaje a Sicilia en coche es claramente Cefalú. Un pueblo costero (atestado de turistas en verano, eso sí) que tiene encanto medieval en sus calles y playas turquesas difíciles de olvidar. ¡Incluso es la portada de la famosa guía Lonely Planet Sicilia! Por algo se rodó en ella la clásica película de Cinema Paradiso…
Sigue este post para conocer todas las curiosidades que ver en Cefalú, dónde hacer la foto más famosa (la vas a querer) y un restaurante para comer pasta fresca baratísimo (y de los más buenos de mi viaje a Sicilia).
Tengo el corazón dividido en Agrigento entre el Valle de los Templos y la Scala dei Turchi (Día 2)
Más o menos es aceptable dar por visitado el centro de Agrigento después de recorrer la viva Via Atenea y llegar hasta su catedral, pero es que lo mejor, está fuera del casco histórico.
Sobre pequeñas lomas, a apenas tres kilómetros de distancia, encontramos el apabullante Valle de los Templos, un conjunto de la época griega que poco tiene que envidiar a Atenas. Las dimensiones, la cantidad, y el buen estado en el que se conservan (en especial el de la foto, el Templo de la Concordia) hace que se postule como una de las paradas monumentales más espectaculares de Sicilia. Uno de los lugares de Sicilia que más me impresionaron.
Es especialmente recomendable verlos al atardecer, porque el contraste de día a noche es muy impactante, sobre todo cuando son iluminados. Esta es la razón por la que decidimos hacer noche en la ciudad y dormir en este alojamiento tan bien situado (y con desayuno muy completo).
El Valle de los Templos me resultó tan apasionante que lo hubiera incluido en mi post de «Diez rincones de Italia que me dejaron sin habla«, pero no :P ¿los conoces todos?
La mañana siguiente (día 3 ya) la pasamos en la Scala dei Turchi, una playa maravillosa compuesta por unas lomas blancas como la cal en forma de escalones que van a morir al mar. Precioso, una de las mejores playas de Sicilia.
Si quieres conocer en detalle el Valle de los Templos o por qué la Escalera de los Turcos recibe este nombre, tienes que leer mi post al completo sobre qué hacer en Agrigento y alrededores.
Vistas desde la fortaleza de Enna al volcán Etna, monumentos de Sicilia para mirar el paisaje (Día 3)
Como íbamos a pasar la noche en Piazza Armerina optamos por hacer una parada en Enna, la capital de provincia a más altura de toda Italia. El motivo principal es que en días claros, desde la torre de su castillo (visita 3 euros en efectivo) es posible ver el volcán Etna entre las almenas, una estampa inolvidable que ver en Sicilia. Nosotros tuvimos mala suerte, y es que a pesar de hacer un día despejado había una nubecilla tapándolo todo el rato que estuvimos allí. Una lástima.
A pesar de la privación de vistas al volcán, el paisaje que se dibuja conforme te acercas a la localidad, con el Castello de Lombardia como una gran fortaleza inexpugnable, y su aire fresco sin masas de visitantes lo hacen una parada necesaria para tomarse un respiro.
Disfruta de la vida de pueblo de Piazza Armerina, a veces echar el freno es la mejor experiencia (Día 3)
El campamento base para explorar los mosaicos romanos de Casale es la tranquila Piazza Armerina; un pueblo resultado de la fusión de dos varios siglos atrás. Sus laberínticas calles de piedra rezuman ambiente de pueblo de toda la vida, y lo que causa mayor sorpresa es su imponente catedral (66 metros con su cúpula), enorme para el lugar en el que se emplaza. La arteria principal es Via Monte y de ella se enraízan numerosos callejones con encanto.
En Piazza Armerina dormimos en una casa con habitaciones bastante particular porque su dueño no deja indiferente a nadie (real) y los desayunos son los más brutales que he visto en un alojamiento en mi vida, en serio, no creo que les salga rentable porque encima es súper barato. Puedes ver el bed and breakfast aquí.
¡Los bikinis estaban a la moda en la época romana y Casale lo demuestra! (Día 4)
A poca distancia de Piazza Armerina nos topamos con la Villa Romana del Casale, una antigua mansión que se piensa fue propiedad del coemperador Maxiliamo y que está plagada de impresionantes mosaicos al más puro estilo Itálica. Un terremoto la mantuvo oculta tras más de diez metros de barro por siete siglos, y a esto debemos agradecerle su espectacular estado de conservación en la actualidad.
Tiene varias teselas muy famosas, pero quizás la más divertida es la de las Diez Chicas, en la que diez jóvenes (en realidad ahora nueve, una se ha perdido) posan en una especie de bikini mientras es entrenan para los Juegos Olímpicos. Imprescindible en cualquier viaje a Sicilia.
Si vais a realizar esta parada os recomiendo mi post completo con la visita a los mosaicos de la visita a los mosaicos de la Villa Romana del Casale (precios, horarios, consejos, etc.).
Las cerámicas sicilianas nacen en Caltagirone, ¿has visto los típicos jarrones con forma de cabeza? (Día 4)
Una de las cosas más particulares que ver en Sicilia es su cerámica. La leyenda por ejemplo de las cabezas sicilianas es de lo más escalofriante. La cuna de estos talleres se ubica en Caltagirone, lugar donde el material dominante es la arcilla, que ha servido a artesanos y comerciantes por más de un milenio. Subir su famosa Scalinata di Santa Maria del Monte sin perder detalle de cada uno de sus frisos de mayólica es toda una experiencia (142 escalones ni más ni menos).
¿Has probado alguna vez el chocolate de Módica? ¡Una de las cosas más típicas que hacer en Sicilia! (Día 4)
Aunque Módica está un pelín al sur de Ragusa nosotros decidimos visitarla a media tarde antes de parar por fin en Ragusa donde pasamos la noche.
Módica está llena de cuestas vertiginosas (tanto que incluso hay un trenecito turístico que puede ser recomendable para no quedarse agotado entre el calor y el sube y baja). Es muy reconocida por sus distintas fábricas de chocolate, que siguen las recetas mexicanas. Sin duda lo que más me gustó fue la estampa que se dibuja desde su mirador más famoso, con las iglesias y las casas ocres de frente. Brutal.
¡En el casco histórico de Ragusa Ibla no necesitas mapa! Lo mejor que hacer es perderse (Día 4)
Ragusa es una ciudad con dos versiones antagónicas. El terremoto del siglo XVII hizo mella en Ragusa Ibla, la parte histórica, y se construyó un poco en más alto Ragusa Superiore, una urbe moderna y con un diseño sencillo, nada que ver con su compañera, un conjunto de intrincadas callejuelas de piedra gris por el que es fácil perderse entre iglesias y palazzi, pero donde también es fácil reencontrarse en la amplia Piazza del Duomo. Una de las localidades más bonitas que ver en Sicilia en una semana.
El silencio de los callejones de Ragusa Ibla contrasta con el ambiente nocturno de la plaza central y aledaños llenos de bares. Para relajarse un rato nada como dar un paseo por el Giardino Ibleo e incluso entrar a visitar su antiguo convento (hoy hotel). Muy cerca queda un restaurante con terraza perfecto para las noches de verano, el Quattro Gatti.
Nosotros dormimos en una habitación de un bed and breakfast con vistazas justo en el nexo entre las dos Ragusas con un desayuno de escándalo. Súper aconsejable. Puedes reservar el mismo alojamiento en Ragusa aquí.
Si te flipa el estilo barroco, la reina que ver en Sicilia es Noto (Día 5)
La capital del barroco por excelencia de toda Italia no podría faltar, es uno de los imprescindibles de un viaje a Sicilia que se precie.
Su majestuosidad se reparte a ambos lados de la colosal avenida Vittorio Emanuele, donde se encuentran los edificios más singulares de Noto, muchos de ellos religiosos, como la Catedral, pero otros laicos, que van desde el Ayuntamiento a maravillosas casas palacio.
Una de las playas más bonitas de Sicilia está oculta en la Reserva Natural de Vendicari (Día 5)
La Reserva Natural de Vendicari (un descubrimiento para los amantes del avistamiento de aves), acoge 8 kilómetros de las mejores playas de Sicilia en su fabuloso perímetro. A lo largo de su costa se encuentran algunas de las mejores playas de Sicilia, como Calamosche.
Calamosche, la típica cala de película pero hecha realidad – Top de Sicilia en una semana
Hay que tomar un camino de tierra un tanto incómodo para el coche durante algunos kilómetros, aparcar (pagando unos 3-5 euros pero incluye una bebida) y luego caminar en torno a 15 minutos al sol para llegar a Calamosche, pero merece la pena absolutamente. Si bien cada día esta cala secreta es menos íntima, su reducido tamaño sumado a lo costoso de llegar hasta allí hace que muchos la desechen, lo cual es una suerte. Sus aguas son turquesas y con divertidas olas, formando una estampa muy bonita. Nosotros compramos algo de comer en Noto y nos plantamos allí con nuestro picnic.
Siéntete de la nobleza en la Spiaggia della Marchesa (y que no te la claven en el parking) (Día 5)
Después de comer cambiamos a la Playa de la Marquesa, otras de las más populares de Sicilia en esta zona, de acceso mucho más sencillo pero con un aparcamiento que puede llegar a los 15 euros el día (menos mal que hay un descampado al otro lado de la carretera donde dejarlo gratis). Es muy estrecha pero muy larga, tranquila y con mucha vida además de algunos clubs. No es tan cuqui pero tiene sus ventajas y es cómoda para ir con niños.
La diminuta isla de Ortigia en Siracusa y los bocadillos más raros que he comido en mi vida (noche del Día 5 y mañana del Día 6)
Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que nos encontramos ante una de las ciudades más espectaculares de cualquier ruta por Sicilia. Su encanto se concentra en la isla de Ortigia, verdadero corazón de Siracusa, un lugar tan pequeño como hermoso. Sus atardeceres son inolvidables y el barrio judío te traslada al pasado.
Imprescindible es su Piazza del Duomo y su mercado, donde algunos tenderos sorprenden realmente.
Si quieres conocer todas mis impresiones sobre Siracusa no te pierdas todo lo que hay que hacer. Y por supuesto te cuento sobre ese bocadillo tan raro.
¿Qué te parece dormir en este apartamento palaciego en Siracusa con vistas al mar? Nosotros nos montamos un desayuno que flipas en plena isla de Ortigia. A un paso de todo lo interesante.
El glamour de Marbella en versión siciliana está en Taormina, la ciudad del anfiteatro (Día 6)
El anfiteatro de Taormina es uno de los monumentos más importantes de Sicilia. Es majestuoso, como colgando del acantilado cayendo al mar, las vistas son brutales (especialmente si consigues ver el Etna tras el escenario, que te dejará maravilladísimo).
Como urbe en sí tengo que decir que tiene muchísimo poderío, como que en ella se reúne la crème de la crème y en sí el ambiente es como de lujo, de prestigio, con tiendas de marcas de lujo y un rollo tipo Marbella. Y además por la noche está más viva que nunca. A mí me llegó a parecer un tanto artificial, pero nada más que por el anfiteatro es una parada obligada en la ruta.
Si quieres conocer todo su glamour y descubrir una isla a la que se llega caminando sobre las aguas (sí, sí), lee mi guía sobre Taormina.
En Taormina el coche se deja en un aparcamiento a las afueras y un autobús te lleva al centro. Aquí se encontraba nuestro alojamiento muy cerca de todos los puntos de interés, a un paso de todas las visitas esenciales.
Sube al volcán Etna, la mejor experiencia en Sicilia (que cambiará tu forma de verla para siempre) (Día 7)
Creo que si tuviera que elegir lo mejor de mi viaje a Sicilia, lo que más me ha impresionado, quizás diría que es el Etna. No sé si es que no sabía muy bien qué me esperaba al llegar al Refugio Sapienza y el sentir ese lugar tan vivo (nunca mejor dicho) me dejó maravillada. Es inquietante pensar que en cualquier momento puede comenzar a escupir lava sin previo aviso, y eso hace que tu adrenalina se dispare. De hecho en 2021 estuvo a tope de erupciones.
Las actividades de senderismo entre cráteres son súper variadas, pueden hacerse tanto contratadas con excursiones a la cima del Etna como por libre en zonas más bajas. Cualquier alternativa es buena ya que los restos de lava y los cráteres sulfurosos te acompañan todo el camino.
Nosotros en lugar de ir directos desde Taormina decidimos rodear todo el volcán haciendo una ruta enológica por el Etna, ya que en sus laderas se cultiva una vid muy particular. Aprovechamos para parar en sus pueblos, destacando claramente Bronte, archiconocido por sus pistachos.
https://losviajesdeclaudia.com/italia/sicilia/que-ver-viaje-a-sicilia-una-semana-ruta-en-coche/
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